lunes, 26 de enero de 2015

La Cuentoterapia: un tesoro para el corazón

"Los cuentos de hadas son bien ciertos. 
No porque nos digan que los dragones existen, 
sino porque nos dicen que podemos vencerlos." 
.- Tolkien


Este fin de semana, he encontrado un tesoro.

En realidad un cofre lleno de tesoros. Cada uno con su brillo, con su música, con su luz, con su voz... 14 tesoros únicos: Pilocha, Raquel, Inma, Reyes, Mari Carmen, Mariola, Pepa, Fidel, Virginia, Angelina, Olga, Yasmina, Charo y Mariano.   

Este fin de semana he pasado semanas en el mundo de la Fantasía. ¿Semanas enteras en un solo fin de semana? Sí, en el mundo de la Fantasía "se vale". Y el tiempo se para, y un cuento te atrapa, y otro te enseña, y otro te intriga, y otro te conmueve, y todos... te cambian.

Este fin de semana algo ha cambiado en mí para siempre. He descubierto el mundo de la Cuentoterapia, he escuchado maravillosos "Cuentos Maravillosos" que no escuchaba desde niña y he sido consciente de cuánto esconde un cuento, de lo lejos que puede llevarnos un cuento... y de cómo no puedo dejar que Alaia se pierda todo eso. Quiero contarle cuentos, siempre.

Este fin de semana "he aprendido que la cabeza no oye nada hasta que el corazón escucha, y que lo que el corazón sabe hoy la cabeza lo comprenderá mañana" (James Stephens), he conocido al ratón Mariano, a Enrique el Férreo, a Bernardo, a Don Tronchante... Yo misma me he convertido en princesa, he aplastado un sapo y he guardado mi bolita de oro a buen recaudo, bajo mi ventana favorita, donde todas las mañanas me recordará que en mi cuento yo soy la heroína, que puedo vencer a todos los dragones que se me pongan por delante y que, quién sabe, quizá de alguno de ellos hasta me pueda hacer amiga ;-)

Gracias, Mariano, por descubrirme el mundo de la Cuentoterapia.

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